Osote en Monterrey

Los rescatistas despertaron al animal cuando ya todo estaba preparado para atraparlo.
Foto: Alejandro Martínez

El Oso que ha causado sencaciòn en Monterrey por su habilidad por escabulirse se escapo por tercera vez en menos de una semana, un oso que presuntamente baja a zonas habitadas en busca de agua y comida puso en jaque a rescatistas y personal de Parques y Vida Silvestre, esta madrugada, al poniente de la Ciudad.

El primer reporte sobre la presencia del animal fue que estaba sobre una camioneta en la cochera de un domicilio en el cruce de las calles Sebastián Bach y Joaquín Turina, de la colonia Colinas de San Jerónimo, ayer, cerca de las 22:50 horas.

Durante casi cinco horas, elementos de Protección Civil del Estado y municipal apoyados por una doctora de la dependencia encargada de preservar la salud del animal, trataron de atrapar al «invitado» incómodo, pero éste burló el cerco que le tendieron.

La alarma se apoderó de los vecinos del sector, pues apenas ayer cerca de las 9:00 horas, el mismo animal fue visto en el Parque Plácido Domingo, ubicado en el cruce de Enrique Granados y Chopin.

Ayer por la mañana el oso logró escapar, al igual que el lunes pasado, cuando fue visto en la Colonia La Ermita, en Santa Catarina, en aquella ocasión aparentemente sólo tomó agua y se retiró hacia el Cerro de las Mitras.

Anoche, al atender el reporte de los vecinos, oficiales de la Policía regia y los rescatistas se sorprendieron al ver al animal caminando y decidieron seguirlo, sin molestarlo.

Tras caminar una media cuadra, el animal decidió detenerse frente al domicilio número 1219 de Joaquín Turina, en donde se metió a la cochera, subiendo al techo de una camioneta Lincoln Navigator y se acostó.

La estrategia
En espera de la especialista de Parques y Vida Silvestre, Judith Tayab, los rescatistas estatales y municipales comenzaron a acordonar el área, además de bajar redes y armarse con utensilios para atrapar perros.

El oso permaneció sobre el vehículo cerca de tres horas hasta que alrededor de las 2:00 horas la doctora llegó al lugar de los hechos con una trampa para tratar de atraparlo.

A bordo de una camioneta, la empleada estatal traía una estructura metálica que se asemejaba a un tambo y que más de una persona de las que se encontraban en el sitio, cuestionaron el tamaño.

«Tú crees que ahí va a caber el osote ese, ya ni la ching…, pa’ eso esperaron tanto a la señora», comentó un hombre.

Pidiendo silencio en toda la cuadra y que no prendieran luces o flashes de cámaras, porque podían poner nervioso al animal, llegó la doctora.

Jorge Camacho Rincón, director de Protección Civil estatal, y los rescatistas colocaron varias redes para copar al oso, obligándolo a que entrara a la trampa, en donde Tayab colocó una lata de atún y varias manzanas.

Los elementos de rescate vieron cómo el animal bajó del capacete y se acostó a un lado de la Lincoln, alertándolos, pero éste se acostó y durmió por varias horas, hasta que cerca de las 4:00 horas decidieron despertarlo.

La huida
Al ser copado por dos rescatistas de Protección Civil que se metieron a la cochera, el oso se movió hacia el lado derecho, y cuando todos pensaban que iba hacia la trampa, sólo brincó una barda y salió por las escaleras de la casa.

Causando gran alarma entre todos los presentes, el «invitado» salió corriendo y rompió al menos dos redes colocadas, para ir por la misma calle y tras media cuadra enfiló por Franz Liszt hacia el Cerro de las Mitras, en donde se internó.

«Cuidado, cuidado, va por allá, tápalo, tapen; aguas, aguas, ya salió cuidado no se la atraviesen, va con todo; córrele, córrele, vamos a ver si lo alcanzamos, va hacia el cerro», gritaba desesperado Andrés López, comandante de Protección Civil de Monterrey.

Los elementos de los cuerpos de rescate y de la Policía regia trataron de alcanzarlo, sin resultados positivos.

Reaparece retador
Cuando ya todos se retiraban del lugar, un reporte de empleados de Servicios Públicos reveló que el «prófugo» estaba a un lado del Bulevar Rogelio Cantú Gómez, llamando la atención de los automovilistas.

Para evitar alguna agresión o daño al oso, Camacho Rincón apoyado por la empleada de Parques y Vida Silvestre decidieron dejarlo en libertad.

Aunque colocarían la misma trampa en lo alto del cerro, en espera de que la carnada logre atraerlo y sea atrapado para ser llevado al Parque La Pastora.

Fuente: El Norte

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