Moby regresa con un nuevo álbum grabado en el estudio de su propia casa. Se confirma así uno de los discos más esperados del 2008. Vuelve con ganas de bailar reuniendo a unos colaboradores de lujo para despertar a las pistas de medio mundo.

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Richard Melville, apellido que nos recuerda a su aclamado antepasado el escritor de Moby Dick, llega en con Last Night con ganas de crear un disco “más orientado a la electrónica y al baile”. Deja así el corte ambiental de música dance electrónica de Play (V2, 99) donde combinaba con maestría ritmos de la música folk y del gospel.

Y es que desde sus inicios en el hardcore punk con Vatican Commandes en los 80 a su época como DJ de house en el neoyorquino The Beat, Moby ha experimentado con todo tipo de estilos musicales. Puede decirse que vivir en una ciudad como Nueva York te abre la mente a muchos géneros y a ello se refiere en una entrevista para Lost At E Minor, donde explica que su eclecticismo “es una consecuencia lógica de vivir en Nueva York, porque Nueva York es una ciudad tan llena de variedad y vida”.

Una variedad que le llevó de su primer gran éxito adaptando el tema de Twin Peaks al house a los cortes más hard-core y electrónicos en Animal Rights (Mute, 96) o al sonido más bluesero de Play (EMI, 99), con singles tan inspiradores como Porcelain o la genial Money.

En este último caso, resultado de sus recientes andaduras como DJ, surge un álbum más movido donde cuenta con interesantes colaboraciones. De su rapero favorito Grandmaster Caz, que aparece en I Love To Move In Here, a Sylvia de Kudu, el británico MC Aynzli o los nigerianos 419 Crew.

Lo estoy escuchando y me gusta, tal vez necesito escucharlo más veces para poder reseñarlo, es definitivo más electrónico más retro en algunos sonidos que los anteriores discos, y en ninguna canción se escucha su voz, no se si eso es bueno.

Vía:Música Heineken

Moby – Disco Lies